Sinopsis

Mariluz Canaquiri es una mujer kukama, tierna, sabia y fuerte, para ella y su pueblo el río es la “ɨa” (ee-ah). Es el centro, la fuerza y madre de su universo. De él comen y beben, lo transitan; en él vierten sus lágrimas y sonrisas. Pero la conexión es aún más profunda. Debajo de la superficie del río viven los karuaras, o gente del río.

Cuando una persona se ahoga en el río, no muere, se convierte en un karuara o gente del río, y pasa a vivir en los pueblos y ciudades que hay debajo del río. Se comunica con sus seres queridos en sueños.

Los karuaras descansan en boas hamacas, visten con zapatos de carachamas (peces), tienen por relojes cangrejos; y por sombreros rayas. Utilizan sardinas como cigarros.

Son seres poderosos. Cuando sus familiares humanos están enfermos son llamados para sanarlos.

La sobrevivencia de los karuaras está estrechamente entrelazada al pueblo kukama. Uno no puede vivir sin el otro, ambos son guardianes del río y el bosque.

Derrames de petróleo, grandes barcos comerciales y megaproyectos fluviales amenazan los ríos, y todos sus habitantes, incluido el mundo de abajo, el de los karuaras.

El olvido con aroma de mundo moderno acecha las comunidades, Mari Luz dice que su pueblo enfrenta un genocidio cultural. Mientras que las empresas extranjeras y el estado depredan los recursos de la Amazonía, las comunidades indígenas carecen de un desarrollo básico como escuelas, colegios, centros de salud y agua potable.

Karuara, La gente del rio, recordará a los espectadores que cada río, lago y arroyo es sagrado y que los frágiles recursos hídricos de nuestro planeta deben ser protegidos.

Detrás de escenas